Doble plantón

Carlos Sobera, enfadado con dos comensales de 'First Dates' por este feo detalle

El presentador dio por concluida el encuentro recordándole a Esther y Carlos que no estaban en un supermercado

Carlos Sobera junto a Carlos y Esther en ’First Dates’. / CUATRO

'First Dates' vivió un momento poco veces en la historia del programa en Cuatro. En esta ocasión, el espacio dio la bienvenida a su restaurante la visita de Carlos, un electricista y buzo de 50 años, que se describió como alguien que le gusta el mar: "En el mar me ha ido bien, pero muy mal también. Si no, no estaría aquí".

"Solo no llevo mucho tiempo. Estaba conociendo una chica y llevábamos como 3 años conociéndonos. Después del escarmiento que tuve... Yo estuve 24 años y 8 meses casado. Tengo tres hijos, pero me gustaría tener más", le dijo el comensal a Carlos Sobera, asegurando posteriormente que le gustaría que fuese una niña, ya que sus tres pequeños son chicos: "Si fuese un chico también lo voy a querer".

Minutos después, Carlos supo que iba a compartir su velada con Esther, una gestora de cobros de 44 años. Nada más verle, la chica se mostró decepcionada, ya que no cumplía con sus expectativas: "Cuando Sobera me ha abierto la puerta, ha sido girarse él y... Es que se me nota todo mucho. Soy muy expresiva y se me ha cambiado la cara completamente".

La tensión aumentó considerablemente en el programa cuando el presentador le preguntó a Esther si se quería que le guardase la chaqueta, siendo muy sincera a la hora de expresar lo que sentía en ese momento: "Me sabe muy mal lo que voy a decir, pero no quiero conocerse. No es mi estilo. Lo veo muy estilo Pajares".

Tras esta contestación, Sobera le pidió a Esther se quedase en la barra, conociese un poco a Carlos en la barra y tomasen una decisión más meditada. Después de explicarle que tenía 44 años y que no quería tener hijos, el electricista llegó a la conclusión de que Esther tampoco era su chica ideal: "La quería más joven porque yo quería tener una niña, no entras en mi perfil".

La negativa de ambos de cenar juntos provocó que Carlos Sobera se enfadase y diese por acaba la visita de ambos comensales al restaurante, dedicándole unas contundentes palabras de despedida: "Esto no es un supermercado. Esto no va de venir a por un paquete arroz o unos espárragos. Esto es otra cosa y el problema es vuestro de no querer conoceros”.