‘First Dates’ acoge cada noche a varias personas que buscan el amor mediante una cita en el restaurante del programa de Cuatro. Personas con distinto carácter, raza o edad. Y en algunas ocasiones, esas personas prefieren ser directas y dejar las cosas claras desde el principio, como Antonia y Felipe.
Antonia llegaba al dating desde Almería definiéndose como una mujer con poderío a la que le gusta verse guapa. Busca un hombre que la enamore y que se case con ella porque es la ilusión de su vida. Instantes después, ella ha conocido que su cita sería con Felipe, que busca una mujer que le acompañe a comerse el mundo.
La primera impresión de ambos ha sido buena, y una vez en la mesa, han aprovechado para conocerse más. Felipe le cuenta a su cita que es un hombre divorciado, y que su ex mujer falleció hace unos años. Esto les ha unido un poco más porque Antonia, a pesar de no haberse casado, perdió a su pareja cuando tenía 34 años y tuvo que sacar a sus tres hijos adelante sola.
Felipe ha querido conocer los hobbies de Antonia y, en este tema, sí han encontrado diferencias. A ella le gusta vivir la vida y ser feliz, pero tiene la sensación de que se aburriría con él, que por su parte, prefiere viajar con el coche y hacer senderismo.
Los dos comensales son personas muy claras, y Antonia ha compartido con su cita que su ilusión es pasar por el altar, y él ha querido saber las condiciones de ese enlace. “¿En gananciales o separación de bienes?” le ha preguntado, algo que no le ha hecho mucha gracia a Antonia. Como tampoco le hizo gracia que Felipe prefiriera pagar la cena a medias.
En la decisión final, Felipe ha querido tener una segunda cita, pero Antonia ha tenido dudas y no sabía si quería seguir conociendo mejor a su cita. “Me ha faltado la alegría”, ha explicado.