Ana Obregón ha estado alejada del universo desde que el pasado mes de mayo perdiera a su único hijo, Álex Lequio. Ahora, tras confirmarse que regresará a televisión dando las Campanadas en TVE junto a Anne Igartiburu, Obregón ha querido conceder su primera entrevista hablando sobre su triste proceso de duelo.

En declaraciones a la revista ¡Hola!, Obregón cuenta que acude "todos los días al cementerio": "En ese lugar yo me siento y medito y encuentro que él, aunque no esté, está más cerca, y eso me consuela". "Su ausencia y su silencio es algo que me desgarra por dentro. Mi reloj interno se ha parado. Cómo es posible que la gente siga viviendo. Me extraña y me asombra que el resto de la gente siga como si nada hubiera pasado", afirma.

"Perder un hijo es morir y tener la obligación de vivir".

Ana asegura que "perder un hijo es morir y tener la obligación de vivir". "No te voy a mentir, lo he pensado hacer. Me quería ir. No podía soportar el dolor ni la realidad y lo he estado pensando durante dos o tres meses". Sin embargo, la actriz empieza a ver la luz: "Quiero hacer cosas, cosas que Álex quería hacer y no pudo. Quiero seguir su legado", asegura.

"Ahora, poquito a poco, con el amor de la gente que me quiere, mis amigos, mi familia, todo lo que recibo de España, la fuerza que me da Álex..., este corazón roto se va a ir recomponiendo". Su próximo trabajo será despidiendo su año más triste junto a todos los españoles en La 1: "Lo que vais a ver es el corazón más bonito, porque lo estoy trabajando tanto para que se vuelva a unir todo...".