Noche de emociones muy intensas en 'Supervivientes'. Tras la unificación de los grupos, Oto Vans fue el expulsado definitivo en una gala que volvió a tener a Isabel Pantoja como absoluta protagonista. En esta ocasión, la tonadillera dio una explicación al ataque de ansiedad por el que ha estado a punto de abandonar el concurso que, según ella misma relató, le trae recuerdos de su pasado en la cárcel: "Me recuerda donde yo no elegí estar".

En una íntima conversación con Jorge Javier Vázquez, Pantoja rompió a llorar sin esperarse el gran regalo que el programa tenía preparado para ella: la visita de su hija Isa. La exsuperviviente viajó hasta Honduras, junto a la madre de Omar Montes, para darle una sorpresa a la concursante más mediática de la edición. Y como era de esperar, la artista se emocionó al ver a su "niña del alma".

La propia Pantoja fue la encargada de descubrir la identidad de su visita, tapada con una manta y escondida tras la máscara de un unicornio. La cantante reaccionó con un grito desgarrador al ver que su hija había ido a verla y se fundió en un emotivo y fuerte abrazo con ella. Mientras tanto, Kiko Rivera contemplaba la escena desde plató y rompía a aplaudir, a pesar de que la relación con hermana atraviesa uno de sus peores momentos.

"Mi niña, mi vida entera", repetía una y otra vez Pantoja, que también se reencontró en esa isla con su compañero de concurso, Omar, y con la madre de este. Tal y como Jorge Javier explicó anoche, las dos visitantes han podido pasar esta noche junto a sus respectivas familiares, imágenes que podrán verse el próximo domingo en 'Supervivientes: Conexión Honduras'.