La Diputació de Barcelona, a través del Plan de Vigilancia e Información contra los Incendios (PVI), ha detectado desde el 21 de junio más de 600 vertidos con riesgo de provocar un fuego.
Es prácticamente el mismo número de derrames que se detectaron el pasado verano durante los dos meses y medio de toda la campaña, hasta el 1 de septiembre.
Por comarcas, este año el Baix Llobregat y el Vallès Occidental son las que por ahora acumulan más vertidos, con 125 y 108 puntos incontrolados, respectivamente. La lista la continúan Anoia, Vallès Oriental y Osona, con 87, 72 y 46 casos.
Desde que el PVI se puso en marcha, la Diputació ha desplegado 4.000 actuaciones y ha informado a 37.000 personas.
El Berguedà a la cola de la lista
En cuanto al resto de comarcas del ente, en el Alt Penedès se han detectado 46 derrames, en el Maresme ha habido 40 y en el Garraf, 33. La lista la cierran el Bages con 26 casos, el Moianès , con 12, y el Berguedà, con 7.
Más de la mitad de los vertidos detectados durante este mes y medio han estado en caminos, pistas o bosques, mientras que un centenar han estado en urbanizaciones o masías.
También ha habido sesenta en zonas agrícolas o forestales, mientras más de medio centenar han estado en zonas urbanas o polígonos. En cuanto al tipo de derrames, 421 de los 700 detectados fueron desperdicios, mientras que 138 casos fueron incidencias en infraestructuras.
Inspecciones hasta septiembre
Al mismo tiempo, la Diputació destaca las intervenciones disuasivas. Se han hecho cuarenta por el uso de herramientas que generan chispas, y una treintena por barbacoas que no cumplían la normativa.
Las inspecciones y actuaciones del Plan de Vigilancia e Información contra los incendios se continuarán desplegando hasta el 1 de septiembre en colaboración con los ayuntamientos y las Agrupaciones de Defensa Forestal.
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