Llevamos a veces una vida de locos: siempre corriendo de un lado a otro, haciendo una cosa tras otra y gestionando decenas de asuntos de manera simultánea. Por eso, no es de extrañar que cuando tenemos que entrar al baño, sean muchos los que aprovechan ese tiempo para seguir con trámites y encargos varios.
No entres al baño con el teléfono móvil: es peligroso para la salud (leer noticia)