La situación en la zona de La Palma afectada por la erupción "es desoladora", porque "una colada de lava con una altura media de seis metros se come literalmente viviendas, infraestructuras, cultivos que va encontrando a su camino hacia la costa del valle de Aridane", ha explicado el presidente del Cabildo, Mariano Hernández Zapata.
"Una colada de lava se come casas y cultivos", dice el presidente del Cabildo de La Palma (leer noticia)