El momento estrella del juicio contra la excúpula de los Mossos no se ha hecho esperar. El principal acusado, el mayor Josep Lluís Trapero, prácticamente lo inauguró con una defensa a ultranza de la actuación de los Mossos, tanto el 20-S, con los medios y la cuarentena de lugares donde hubo registros del Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona, como el 1-O, con dos millones y pico de personas en la calle frente a 16.000 policías. Admitió que tanto en uno como en otro pudo haber errores, pero nunca voluntarios.
Trapero califica de "barbaridad" los pasos dados hacia la unilateralidad (leer noticia)