Reportero de guerra: soltero, viudo o separado. 'Tú y yo somos tres', por Ferran Monegal

Acaba de plantear Cuéntame... (TVE-1) una situación, un dilema,  que merece atención. A Toni Alcántara, reportero de Televisión Española, le mandan a la guerra del Golfo, que acaba de estallar. Estamos en 1991. Inicialmente el viaje es a Jordania, a Amman. Tiene que realizar unos reportajes para Informe semanal. Toni está ilusionado. La mayor felicidad de todo buen reportero es poder informar desde los lugares que marcan la actualidad mundial.  Pero sospecha que su esposa, Deborah, no recibirá la noticia con tanto entusiasmo. Efectivamente, sus temores son fundados. Ese mismo día le comunica que le mandan a Jordania. ¡Ah! Deborah pega un respingo. No tiene un pelo de tonta. Sabe que ese país es fronterizo con Irak. Y explosiona. Tú vas a la guerra. Tú vas donde cada día mueren decenas de seres humanos. Y uno de los muertos puedes ser tú. Toni intenta que comprenda que el trabajo de un periodista, el deber de un reportero, es precisamente ir a donde está la noticia y contarla. Y entonces Deborah contrataca con un argumento letal: «Antes que periodista eres padre. Y esposo. Tu deber es estar con tu familia. Protegerla. Si te marchas, no hace falta que vuelvas».

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