El Vaticano ha reafirmado su preferencia por la sepultura del cuerpo y ha prohibido expresamente la conservación de las cenizas en los hogares en los casos de incineración, al igual que esparcirlas por el aire o el mar, según el nuevo documento publicado este martes por la Congregación para la Doctrina de la Fe, que está presidida por el Cardenal Gerhard Müller.
La Iglesia católica prohíbe esparcir cenizas de los difuntos o tenerlas en casa (leer noticia)