Los propietarios de bosques llevan muchos meses preocupados. Tienen poco tiempo para ejecutar los trabajos de gestión forestal y poca gente para hacer esa tarea. Todo esto, con un escenario de riesgo extremo, por mucho que haya llovido estos últimos días.
Los bosques siguen siendo un polvorín pese a las lluvias: "La madera muerta causa catástrofes" (leer noticia)