Nicolas Sarkozy explica en France 2 su regreso a la política

Imagínense que el rey emérito Juan Carlos no viviera en Emiratos Árabes, sino en Madrid. Imagínense que el emérito dispusiera de un despacho a unos pocos centenares de metros de la Moncloa. Imagínense que a Juan Carlos la fiscalía no le hubiera archivado sus investigaciones judiciales, sino que los jueces lo hubieran imputado y condenado a penas de prisión. Imagínense que, a pesar de esas penas, el emérito diera con regularidad consejos a Pedro Sánchez y se reuniera con Alberto Núñez Feijóo. Puede parecer sorprendente, pero una situación parecida a este caso imaginario ocurre en realidad en Francia con el expresidente Nicolas Sarkozy.

Sarkozy mantiene su influencia sobre Macron y la derecha francesa pese a sus múltiples condenas (leer noticia)