Una total de 76 crías de tortuga Aldabrachelys gigantea, una de las más grandes del mundo, viajaron de las islas Seychelles a Barcelona en un avión con escala en Doha (Catar) y casi mueren en el trayecto. Pero a la llegada a Barcelona, un control de la Guardia Civil permitió detectarlas y expedientar al pasajero, un italiano. Las tortuguitas, todas vivas, se recuperan estos días del viaje clandestino en el Zoo de Barcelona y en el Centre de Recuperació d'Amfibis i Rèptils de Catalunya (CRAC) con sede en Masquefa.
Intervenidas 76 crías de tortuga gigante en una maleta en El Prat (leer noticia)