El fenómeno de los Superzings

Son de plástico. Miden un par de centímetros. Tienen ojos, pero no sexo. Son cosas. Lo mismo una fregona que una excavadora, una taza de café o un tornillo. Los hay héroes (con los ojos blancos) y los hay villanos (ojos amarillos). Viven una ciudad imaginaria llamada Kaboom City. Son los Superzings, un fenómeno que arrasa entre la chavalería de 4 a 8 años. Los ha creado una empresa catalana, Magic Box Toys, que los está exportando a países de todo el mundo. Cuestan 70 céntimos, se venden en sobres cerrados (en los que no se ve la figurita) y se coleccionan hasta completar la serie. Hasta ahí, todo normal. Un exitazo comercial para la empresa y un juego más para niños y niñas. ¿Solo es eso? No.

Superzings: muñecos de plástico convertidos en adictivo fenómeno (leer noticia)