Con la operación ‘Breda’ ha aflorado el arraigo del crimen organizado de origen chino en gran negocio de la marihuana en Catalunya y en el resto de España para frustración de los cuerpos policiales. Como acostumbra a ocurrir con cualquier actividad económica que desarrollan empresarios chinos, su desembarco en el narcotráfico de cannabis –del que ya constaban algunos precedentes– también ha sido por la puerta grande: esta mafia disponía de 13 naves –11 en Catalunya y 2 en Asturias– que funcionaban “como fábricas de marihuana” y que han generado más de 6 millones de euros, explica el inspector Antoni Salleras, responsable del Área de Crimen Organizado en los Mossos d’Esquadra.
Una factoría china de marihuana escondida en naves catalanas (leer noticia)