Pablo Iglesias: "Hay más delincuentes potenciales en esta Cámara que allá afuera"

Pablo Iglesias subió a la tribuna de oradores como el jefe de la tercera fuerza política, con una crisis interna de futuro incierto, y bajó laureado por los suyos como jefe de la oposición ante la fragilidad de un PSOE sin armas dialécticas que blandir. Los podemistas sabían que la investidura de Mariano Rajoy era una ocasión de oro para reivindicar su protagonismo frente al PP de los recortes, y salieron a demostrar que si los socialistas están sin líder, ellos no. Iglesias impuso su línea dura y apostó por la confrontación que enamora a los militantes. Soportó las pullas de los diputados populares largo tiempo y al final estalló. Cuando el portavoz del PP le acusó de usar "España para ponerse al servicio de los dictadores" y citó a Venezuela, exigió intervenir. Ni le dieron la palabra, ni Rafael Hernando retiró sus palabras. De hecho, las amplió: "Cuatro millones de dólares", acusó y el grupo parlamentario salió del hemiciclo en señal de protestasalió del hemiciclo  hasta la votación.  

Iglesias se arroga el liderazgo de la oposición en un pleno convulso (leer noticia)