El director de este western andaluz de posguerra, Benito Zambrano, tuvo un fulgurante debut con 'Solas' hace una década, pero desde entonces parece que sigue buscando la identidad perdida con proyectos completamente distintos entre sí. El de 'Intemperie' es curioso por la raíz genérica, incluso por su manera de filmar los espacios abiertos, pero le falta sustancia dramática y cae en demasiados tópicos y esquematismos entre buenos y malos (el pérfido capataz), sin ninguna gama de grises. Luis Tosar encarna a un pastor, un antihéroe redimido, y la fascinación que acaba ejerciendo en un niño tiene ecos de 'Raíces profundas'.