La plaza de la Vila de Gràcia está sembrada de confeti. La cabalgata de los Reyes Magos ha pasado esta tarde, pero a las diez de la noche las calles del barrio ya han recuperado la calma. ¿Todas las calles? No. Decenas y decenas de jóvenes se están apelotonando frente al número 7 de la calle del Diluvi, un bar de toda la vida que parece vivir ajeno a la gentrificación que azota la zona. Es La Gaviota. A finales de los años 80 ya tenía una extraña doble vida: por las tardes era destino de los viejos del barrio que se sentaban allí a no hacer nada y por la noche se llenaba de músicos del vecindario como Dr. Calypso.
Desmadre disco-funk en el bar sin nada (leer noticia)