Hace una década, la artista Leanne Shapton tuvo la brillante idea de contar la historia de una relación (ficticia) a través de los objetos que Lenore Doolan y Harold Morris, o su amor, dejaron atrás. De aquel falso catálogo de subasta nunca llegó a salir la prometida película, pero ahora llega una comedia romántica con una pregunta similar en el centro: ¿qué historias cuentan los objetos, sobre todo los que quedan en el paisaje después de la batalla amorosa?
Crítica de 'La galería de los corazones rotos': Diógenes sentimental (leer noticia)