Es Marc Ferrer uno de los pocos directores que se enorgullecen de enriquecer la escena underground de nuestro país. Sus películas se convierten en cine de culto inmediato gracias a su desparpajo a la hora de mezclar los géneros, a su aliento pop, a su cutrerío buscado y a su galería de personajes que desafían lo normativo.
Crítica de '¡Corten!': un delicioso 'giallo' (marica) (leer noticia)