Decía que se había "cansado" de su compañía. El jueves de la semana pasada, Tamara Samsonova, vecina de San Petersburgo, de 68 años de edad, envenenó a su compañera Valentina, 11 años mayor que ella; después, arrastró el cuerpo sin vida hasta el baño, donde lo desmembró en trozos.Finalmente, envolvió el torso en la cortina de ducha, y el resto de los pedazos, incluyendo las cadera y los muslos, los introdujo en bolsas de plástico. Por último, cámaras de circuito cerrado filmaron a la asesina en serie en el momento en que salía del edificio donde vivía para tirar los restos humanos en algún lugar del vecindario.
La 'abuelita destripadora' (leer noticia)