Iniciativa 'Retrats sense sostre'

La cuestión era cambiar la lógica. Servirse del noble arte del retrato, históricamente símbolo de posición social, asunto de reyes y presidentes -todavía resuena el eco de la polémica por los casi 100.000 euros gastados por el Congreso en el retrato de José Bono-, para visibilizar la cara más incómoda de Barcelona: las 3.000 personas sin hogar que deambulan por sus calles, según cifras de la Fundació Arrels, organización de referencia en el trabajo con este colectivo.

Retratos de los invisibles (leer noticia)