Francia ha enviado una notificación al Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (Rasff) de la Unión Europea tras encontrar en un control del mercado calamares procedentes de España, pero capturados en Portugal con niveles de cadmio superiores a los autorizados.
El riesgo que presentaba el producto fue calificado como "potencialmente grave", aunque la propia red comunitaria apunta que lo más probable es que esos calamares no estén en el mercado. No figura si se ha adoptado alguna medida.
Según la alerta lanzada, se detectó que la partida presentaba 1,705 miligramos por kilo cuando lo permitido es de 1 miligramo.
El cadmio es un metal pesado que ha sido clasificado como cancerigeno para los humanos, siendo la disfunción renal el principal efecto, aunque también puede provocar dolores crónicos, problemas sanguíneos, desmineralización de los huesos o ansiedad.