Si hace unos días descubríamos que poner papel de aluminio en los mangos de las puertas puede ahorrarnos tiempo y dinero, esta semana es el turno de un truco que salvará de más de un apuro a aquellas personas que sufran las 'invasiones' puntuales de los gatos callejeros en sus hogares. Escurridizos, sigilosos y algo intrusivos, estos animales muchas veces consiguen colarse en los jardines e interiores de las viviendas ajenas. También como mascota, estos felinos pueden subirse al sofá o acceder a espacios de la casa donde en principio tienen vetado el paso.

Por suerte, de nuevo, el papel Albal se vuelve a postular como la solución ante esta problemática. Así lo recogen varios usuarios en redes, que aconsejan forrar las puertas de este material o las zonas de la casa donde definitivamente no queremos gatos. ¿El motivo? Al parecer, el aspecto brillante, la textura y sonido de este producto, que produce un crujido al arrugarse, asusta a los michos.

Así pues, tal como muestran varios vídeos en redes sociales, bastará con recubrir el suelo tras la puerta, la mesa del comedor o la parte superior del sofá para evitar la presencia de gatos en estos lugares.