Quienes cobran menos de 35.200 euros anuales es posible que hayan visto que, desde febrero, su nómina es algo mayor. No es que les hayan subido el sueldo sin decírselo, sino que ha habido cambios en la retención aplicable por IRPF.

Se trata de una rebaja del IRPF que afecta a todos aquellos que cobren entre 20.200 y 35.199 euros al año, que puede llegar a suponer un beneficio anual de unos 1.000 euros. Con esta medida, Hacienda pretende aliviar a aquellos trabajadores que están sujetos a un IRPF demasiado alto.

Menos de lo que corresponde

Sin embargo, la alegría del momento podría ser tristeza futura si a la hora de hacer la declaración de la renta se diera el caso de que la Agencia Tributaria ha retenido menos de lo que correspondería y, por lo tanto, saliera a pagar (o a devolver menos).

En cualquier caso, el ajuste en las retenciones lo que busca precisamente es que lo retenido se aproxime más a lo que corresponderá pagar, evitando así que el contribuyente dé una especie de adelanto a Hacienda.

Es decir, que puede que cobres más mensualmente, pero que acabes pagando más en la declaración de la renta para compensar, quedando "lo comido por lo servido", es decir, como hasta ahora. Con la salvedad de que dispones de tu dinero mensualmente, en vez de que lo tenga 'retenido' Hacienda.