Hay escenas de la vida cotidiana donde la realidad supera a la ficción, y esta es una de ellas: la pedida de mano grabada en un Mercadona. El hombre en cuestión entra al supermercado, se dirige a la zona de perfumería donde se encuentra su prometida trabajando cuando le sorprende con una banda de la tuna y comienzan a cantar.
Ante la expectación de la multitud, el hombre saca el anillo y se arrodilla. La mujer se queda atónita y se lleva las manos a la cara, pero seguidamente se lanza a los brazos de su futuro marido y todo parece indicar a que le dice que sí quiere casarse con él.
El hombre con una sonrisa de oreja a oreja, consciente de que iba a hacer historia y de que el vídeo se iba a viralizar dejaba encantado que los clientes grabaran el momento.
Las pedidas de mano suelen ser momentos inolvidables. A cuál más original o sencilla, personal o pública, lo importante es que destile romanticismo (y que dure, por supuesto).