Es cierto que los perros son los mejores amigos del hombre y los más fieles. Pero los gatos aparecieron en la Tierra antes que los perros y que muchos animales que han llegado a ser domésticos.
Sin embargo, han sido uno de los últimos en ser domesticados. Quizás se deba a que un gato no tiene dueño: son animales que permiten que les des alimento y cobijo y, con suerte, permitirán que les acaricies y juegues con ellos, pero siempre cuando ellos quieran y el tiempo que ellos determinen. Algo que debes tener en cuenta si quieres adoptar a uno.
Pero hay 5 cosas, al menos, que un gato odia de los humanos, y que conviene evitar si quieres que tu felino se lleve bien contigo.
Que los cojas en brazos. Tu instinto puede ser cogerlos para acariciarles y puede que, con el tiempo, se deje durante cortos espacios de tiempo, pero no les gusta nada estar en brazos e intentarán saltar de ahí a la primera de cambio.
Retenerlos en algún sitio mucho tiempo. En general, los felinos son espíritus libres que harán lo que quieran cuando ellos quieran. Si les encierras o les mantienes agarrados en un sitio, procurarán huir de ahí rápidamente.
Que los ignores. Igual que no quieren que les cojas o les retengas en algún lado, el hecho de que no les hagas ni caso también les sienta fatal.
El agua. Pueden beberla, pero no soportan que les salpiques o les mojes, ni que les caiga lluvia. Así que procura no hacer la gracia de echarles agua ni siquiera jugando.
Que les mires fijamente. Para ellos -en general, para cualquier animal o persona- mirar fijamente a alguien es símbolo de sometimiento, por lo que lo suelen interpretar como una posible agresión. Si vas a mirar a tu gato, procura parpadear para no incomodarle.