Truco casero

La mezcla definitiva que usan todos los limpiadores para dejar los azulejos de casa relucientes

Limpieza de azulejos de una cocina con un estropajo y un limpiador específico. / Pexels / Liliana Drew

La cocina es una de las habitaciones donde más vida suele hacer una familia, aparte del salón. Y precisamente por ello -aunque no solo por eso- es uno de los sitios que más se ensucia y más cuesta limpiar.

Últimamente, los cánones de decoración optan por hacer estos espacios gastronómicos minimalistas y funcionales, lo que se traduce en poner unas paredes pintadas con pintura plástica (lavable) y, a lo sumo, vinilos ignífugos en la zona de los fuegos para que se pueda limpiar con facilidad cualquier resto de aceite o de comida que salte durante la elaboración de los platos.

Pero hasta hace muy poco las paredes de las cocinas españolas están hechas de azulejo o baldosa cerámica.

Desengrasante

Y para limpiar esas baldosas, nada mejor que un estropajo y un producto específico desengrasante.

Pero si no tienes un limpiador adecuado para los azulejos, es posible que el resultado no sea el esperado y tengas que darle otro repaso al asunto.

Para que solo le pases una bayeta y no tengas que rascar, hay un producto que puedes hacer en menos de un minuto y que es muy efectivo contra esas manchas de grasa.

El producto se elabora con jabón Beltrán (o alguno similar), agua y amoniaco. Y la mezcla que se obtiene se extiende con un trapo por la superficie a limpiar. Se deja secar la zona y, una vez seco, se pasa otro trapo seco para que los azulejos queden relucientes y como recién colocados.

Obviamente, la mezcla también sirve para los azulejos del baño, aunque no necesiten de un limpiador tan potente para que queden bien.