La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es un trámite obligatorio para cualquier conductor, en el que el automóvil debe superar una serie de pruebas y cumplir ciertos requisitos para poder seguir circulando con normalidad. Este proceso puede generar verdaderos dolores de cabeza a los dueños del coche, sobre todo cuando este no recibe el visto bueno por parte de la autoridad homologada, pero hay que destacar que la validez de estos certificados está sujeta a la antigüedad del vehículo.

Así pues, con tal de garantizar la seguridad vial, aquellos automóviles más viejos deben someterse a este tipo de inspecciones con mayor frecuencia. Ahora, la Dirección general de Tráfico (DGT) se dispone a introducir una pequeña modificación en la ley que regula estos trámites: los vehículos ligeros para el transporte de mercancías con una masa máxima autorizada (MMA) inferior a los 3.500 kilos deberán pasar el ITV dos veces al año; o lo que es lo mismo, cada seis meses. Hasta ahora, esto ya se aplicaba a coches de autoescuela y vehículos de servicio público, como ambulancias o taxis.

Evolución de la ITV

Cabe destacar que, como en el resto de casos, los vehículos de este tipo que sean nuevos estarán excentos de esta medida, que se comenzará a aplicar a partir de los 10 años de antigüedad. Antes, entre los dos y los seis años desde la matriculación del coche, se deberá pasar el ITV cada dos años.