La Dirección General de Tráfico (DGT) sigue con su decálogo de recomendaciones para fortalecer la seguridad vial con el objetivo es reducir la siniestralidad. Sobre todo teniendo en cuenta que el 2022 fue un año trágico en las carreteras españolas, con 1.145 víctimas mortales, un 14% más que el año anterior. Ahora recuerda algo que los conductores pueden olvidar con el paso del tiempo: hay puntos en la red viaria en los que está prohibido adelantar sí o sí, al margen de las líneas sobre la calzada y aunque no haya una señal de tráfico que lo exija.
La Ley de Tráfico de 2022 elimina el margen de 20 km/h para adelantar, pero eso no es suficiente. Los adelantamientos son un punto débil. Por eso, la DGT ya ha hecho hincapié en la conducción preventiva cuando un vehículo pasa a otro y recuerda periódicamente en cómo superar correctamente a un ciclista en cualquier vía.
Rebasar a otro vehículo no solo implica el dominio de la observación de los retrovisores y la distancia de seguridad. Hay que conocer en qué zonas se puede adelantar y en cuáles no, al margen de que haya una línea continua o discontinua, por no decir la soberana doble continua, o cualquier señal vertical.
Donde es imperativo no adelantar
De ahí que la DGT insista en que es imperativo no adelantar en curvas o cambios de rasante sin visibilidad, en pasos de peatones y a nivel, en intersecciones y sus proximidades, y en túneles. Sucede lo mismo con hacer un adelantamiento detrás de un camión que también está sobrepasando a otro vehículo.
Estas reglas las marca el Manual de Teórica que hay que aprender para examinarse del carnet de conducir, pero se tienden a olvidar, de ahí que no este de más mencionarlas. "Cero riesgos" en las carreteras, reitera el organismo autónomo.