Una conducción segura requiere prestar la máxima atención al volante. Cualquier distracción puede salir muy cara, ya sea por el riesgo de accidente como por la posibilidad de una severa multa. Pero además de evitar los despistes por, por ejemplo, el uso del móvil, el conductor debe estar en plena forma física. Es por ello que la Dirección General de Tráfico (DGT) ha elaborado una lista de enfermedades con las que la conducción es muy peligrosa. Circular con estas dolencias puede ser motivo de la retirada del permiso de conducción.
Estas son las enfermedades prohibidas por la DGT:
Enfermedades crónicas y degenerativas
Alzhéimer.
Esclerosis lateral amiotrófica.
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Temblor esencial.
Esclerosis múltiple.
Distrofia muscular.
Osteoporosis.
Parkinson.
Artritis reumatoide.
Enfermedades neurológicas
Accidente isquémico transitorio
Crisis o pérdida de conciencia
Epilepsia
Enfermedades renales
Trasplante renal
Nefropatía con diálisis
Enfermedades psiquiátricas
Delirium, demencias y trastornos de ansiedad.
Trastornos catatónicos, trastornos de la personalidad.
Ansiedad y Depresión.
Trastorno del sueño.
Trastorno obsesivo compulsivo.
Trastorno del desarrollo intelectual.
TDH.
Abuso y dependencia del alcohol.
Abuso y dependencia de drogas.
Además de los efectos directos de estas enfermedades, sus respectivos tratamientos pueden causar efectos secundarios muy peligrosos, como somnolencia, reducción de reflejos, mareos, visión borrosa o doble, entre otros.
En el caso de un trasplante renal, los afectados deberán esperar seis meses tras la intervención para readquirir el carnet de conducir. La nefropatía con diálisis no es excluyente si se presenta un informe médico de evolución favorable.
La multa
Quien siga conduciendo con estas enfermedades pese a la retirada del carnet podrá ser multado con sanciones de hasta 6.000 euros.