SEGURIDAD VIAL

Las mujeres conducen mejor que los hombres

Las automovilistas suponen el 41% del censo de conductores pero solo el 9% de los muertos en accidente

Ellas fallecen más cuando van como pasajeras, mientras que ellos mueren más cuando están al volante

Seguro que conducía una mujer. Déjala pasar, que es una mujer. Mujer tenía que ser. Las mujeres no saben aparcar. Mujer al volante, peligro constante. Quizás porque el mundo del motor ha sido siempre terreno abonado por y para el hombre, o porque los tópicos de género son los más difíciles de derribar, la cultura popular, la de la calle, quiere que ellas sean conductoras de segunda; una amenaza con ruedas. Son habladurías. No porque la igualdad deba imperar, que también, sino porque todo ese refranero, esos dimes y diretes, son mentira. Lo dice la estadística. Lo confirman los números: las conductoras representan el 41% del censo de automovilistas pero suponen solo el 9% del total de víctimas mortales en la carretera, y su tasa de riesgo de sufrir un accidente es seis veces inferior a la de los varones.

En el Foro de Seguridad Vial de Barcelona, organizado por el ayuntamiento de la capital catalana, el RACC realizó hace dos semanas una ponencia de llamativo título: ‘Feminizar la conducción, ¿por qué no?’. La presentación no apeló a la lucha de sexos. Ni tan siquiera se habló de derechos o de injusticia social. Lo que hizo el economista Ton Lladó es poner sobre la mesa hechos irrefutables que demuestran que las mujeres son más prudentes, menos competitivas, más sosegadas, más conscientes del peligro y los riesgos del automóvil y más comprometidas con el cumplimiento de las normas. La reflexión llega, además, en un momento crítico, cuando la movilidad privada está creciendo y, con ella, el número de siniestros. Catalunya ya superó a mediados de septiembre el número de víctimas mortales en accidentes de tráfico de todo el año pasado (140). A día de hoy ya son más de 160 los fallecidos en la carretera, un 23,5% más que el 2014.

NUEVOS CONDUCTORES

Los nuevos carnets juegan a favor de la ponencia de Lladó, puesto que, según datos de la DGT, desde el 2008 el número de conductoras noveles supera por mucho al de conductores novatos, hasta el punto de que en el 2014 se perdieron 50.000 permisos masculinos y se ganaron unos 80.000 con nombre de mujer. En 1990 ellas representaban el 30% del total de pilotos. Hoy son el 41% (10,8 millones) de un censo de 26 millones de conductores.

El 27% de las multas, para ellas

Según datos de la DGT, el 27% del total de sanciones impuestas en España las reciben mujeres. Solo dos de las multas más comunes superan el límite del 30% del total: hacer caso omiso de un ceda el paso, que alcanza el 33% del total de sanciones, y, sobre todo, frenar sin una causa justificada, que escala hasta casi el 42%. Este último dato vendría a demostrar que las mujeres son más conductoras urbanas que de carretera. En el área metropolitana de Barcelona, el 52,2% de las mujeres y el 46,9% de los hombre se desplazan a pie o en bicicleta; el 27,6% de ellas y el 21,3% de ellos usan el transporte público y el 20,2% de las féminas y el 31,8% de los varones opta por el transporte privado, el coche o la moto. En resumen, ellas usan medios de transporte más sostenibles y van más a pie. De ahí que sea necesario aplicar el factor de corrección a todos los datos estadísticos comparativos. 

Son el 41% del total pero al volante las mujeres suponen solo el 9% del total de víctimas mortales. En el 2014 perdieron la vida 104 conductoras y 1.043 conductores. Esto significa que la tasa de riesgo es seis veces superior si es un hombre el que maneja el vehículo; mientras que este mismo dato, aplicado a las víctimas totales, tengan el papel que tengan en el accidente, se reduce a 3,3. Si se aplica a los pasajeros, la tasa de riesgo es similar, mientras que en los peatones, la masculina dobla la femenina.

Los datos también demuestran que las mujeres mueren más como pasajeras, sobre todo partir de los 64 años -aunque la tasa de riesgo es superior entre los 18 y los 20 años-, y que los hombres fallecen principalmente como conductores. Resulta inquietante, sin embargo, el estudio sobre los heridos graves, ya que en los últimos años ha crecido el porcentaje de mujeres en este aspecto, hasta representar el 30%, el nivel más alto de los últimos ocho años. Así las cosas, el riesgo de resultar herido grave es 2,4 veces superior en hombres, muy por debajo del registro de fallecimientos. Si se toma solo el estudio de conductores heridos graves, las mujeres representan el 15% del total, y el riesgo es aquí cuatro veces superior.

MENOS KILÓMETROS

A todos estos datos hay que aplicar un factor de corrección que el RACC estima entre el 1,6 y 1,8, habida cuenta de que ellas recorren de media un 25% menos de kilómetros que ellos. Esto mantendría las distancias muy significativas en la mayoría de los valores, pero acercaría de manera preocupante los de, por ejemplo, heridos graves. También la de heridos leves, que en el último lustro ha crecido más entre las mujeres que entre los hombres, hasta el punto de que representan el 41,5% del total, sean conductoras, pasajeras o peatones. En el balance absoluto de riesgos por género se demuestra hasta qué punto el rol es importante. Llama la atención las enormes diferencias entre el hecho de ser conductor o peatón, puesto que en el primer apartado, son los hombres los que copan el porcentaje de muertos y heridos leves y graves, mientras que en el segundo, las mujeres despuntan cuando no hay fallecimiento del afectado.

Cabría, ante el grosor de datos, un análisis pormenorizado del número de kilómetros recorridos por unos y otros, el reparto modal (tipo de medio de transporte usado) o el ámbito territorial de movilidad. De un estudio al detalle se podría ajustar más en el porcentaje, afinar más en ese factor de corrección. Sería más riguroso, pero no cambiaría el hecho de que las mujeres, según los números, son más prudentes. Lo demostró también el informe SARTRE, la macroencuesta realizada a 21.000 personas de 19 países de toda Europa, que evidenció que las mujeres conductoras son claramente más exigentes y responsables ante la normativa de tráfico. A la pregunta de si endurecerían las penas por exceso de velocidadconsumo de alcohol y uso del móvil, entre otras, ellas superaron de largo el porcentaje de hombres a favor de leyes más restrictivas.

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