Las fuertes e intensas rachas de viento, de hasta 50 km/h, no han sido suficientes, al final, para levantar este martes la intensa polvareda en el litoral de la ciudad, tal y como sucedió en 2012.
El hecho de que la lluvia que ha estado cayendo haya dejado húmeda la arena de las playas ha podido ayudar a crear una cierta resistencia al fuerte viento.
Alerta amarilla
Tras una mañana nublada y en la que ha llovido poco, el resto del día las nubes han cubierto gran parte de cielo catalán. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) había situado a varias comarcas catalanas, entre las que se encuentran el el Baix Empordà, el Gironès o Selva, en situación de riesgo debido a la amenaza de tormentas y fuertes rachas de viento, unas lluvias que llegan tras una semana de calor casi veraniego.