"No tengo la claridad mental para pensar a dos semanas vista", decía Rafael Nadal minutos después de perder las semifinales de Roland Garros ante Novak Djokovic el pasado viernes cuando los periodistas le preguntaban sobre sus planes de futuro y su participación en Wimbledon. "Necesito respirar un poco y hablarlo con mi gente y mi equipo", insistía el número 3 mundial antes de marchar de París. Seis días después Nadal ha anunciado la renuncia a jugar en Wimbledon (28 de junio a 11 de julio) y también a participar en los Juegos Olímpicos de Tokio (24 de julio a 1 de agosto).
"No fue una decisión fácil de tomar pero, después de escuchar mi cuerpo y hablar con mi equipo, creo que es la decisión correcta", escribió en Twitter. Nadal ha valorado el poco tiempo que tenía de recuperación entre Roland Garros y Wimbledon. El torneo inglés comenzará el 28 de junio. «El hecho de que solo queden dos semanas entre Roland Garros y Wimbledon no facilita las cosas para la recuperación física después de una temporada sobre tierra batida siempre exigente», ha valorado el tenista mallorquín.
"Las cosas van de bajada"
Tras finalizar en Roland Garros, Nadal ya había explicado la dificultad que suponía el cambio de superficie de la tierra a la hierba en tan pocos días, además de la necesidad descansar del esfuerzo realizado en los dos últimos meses en la gira de tierra. "Han sido dos meses intensos, de gran esfuerzo, en el que he logrado dos títulos [Montecarlo y Roma] pero sin conseguir el objetivo final. Antes con 25, 26 o 27 años podía hacerlo, pero ahora las cosas van de bajada", explicaba en París.
Nadal disputó por última vez Wimbledon en 2019, donde cayó en semifinales ante Djokovic (3-6, 6-3, 7-6 (4), 6-2). El tenista mallorquín ha conquistado el título en el All England Tennis Club de Londres en 2008 y 2010, con 53 vitorias y 12 derrotas en 14 participaciones desde su debut en 2003. A pesar de su ausencia Nadal se asegura 360 puntos para el ránking de la ATP de los 720 que logró por llegar a semifinales en 2019. El torneo de Wimbledon fue suspendido el año pasado por la pandemia del coronavirus.
Recién cumplidos los 35 años (3 de junio), Nadal evita con su decisión un esfuerzo extra y asegura que está pensando en el resto de su carrera y por tanto en preservar su cuerpo. "El objetivo es extender mi carrera y seguir haciendo lo que me hace feliz: ser competitivo al más alto nivel", explica el español. Así Nadal ha decidido también saltarse los Juegos Olímpicos en los que ganó la medalla de oro en Pekín (2008) y la de dobles, junto a Marc López, en Río de Janeiro (2016).
Peligra la Copa Davis
A estas alturas de su carrera Nadal quiere elegir muy bien sus objetivos y un largo desplazamiento a Tokio, incluidos los cambios de horario y la preparación extra para afrontar el torneo olímpico, le supondrían un esfuerzo que podría perjudicarle en el final de la temporada y su objetivo centrado en el Abierto de Estados Unidos (30 de agosto a 12 de septiembre), que ha ganado cuatro veces, y donde el año pasado renunció a jugar por la pandemia del coronavirus.
A la renuncia a Wimbledon y los Juegos Olímpicos, Nadal también está valorando no jugar la Copa Davis (25 de noviembre a 5 de diciembre), porque se disputa la semana después del Masters en Turín y acortaría su periodo de pretemporada para iniciar el 2022 de cara al Abierto de Australia.