Rafael Nadal lo tenía claro. «Es un paso atrás, una oportunidad desaprovechada y unos cuantos errores injustificables», analizaba el número 2 mundial pocos minutos después de ser eliminado por Alexander Zverev en los cuartos de final del Masters 1.000 de Madrid por 6-4 y 6-4.
Una derrota que cayó como un jarro de agua fría sobre su cabeza y sin necesidad de pasar por la ducha de la Caja Mágica para explicarla. La primera de cuatro partidos disputados en tierra ante Zverev. La 45 en 499 partidos en su carrera.
Nadal intentaba explicarla, sin pasar por los vestuarios . «He salido muy bien, intenso. He jugado mejor el primer set pero lo he perdido. Eso es complicado de entender y más en mi», decía.
Momentos claves
Su explicación tenía un nombre: Zverev. «Ha jugado muy bien. La pista estaba muy rápida y eso no me favorece. Me ha dominado con su saque, que va a 220 km/h de media y la potencia de sus golpes. Me ha me echado atrás», decía Nadal que destacaba los momentos claves del partido.
El primero, sacando para 5-2, un juego que acabó perdiendo en blanco y con una doble falta. Después con 4-3 y ‘break point’ a su favor, fallar una derecha de las que no falla nunca. Y finalmente ceder el siguiente servicio con otra doble falta y una derecha fuera. «Han sido unos cuantos errores injustificables y después ha venido el calvario», se lamentaba.
Zverev, que había empezado muy cauto, pero paciente y preparado para la batalla, se sintió aliviado. «Una de las cosas más difíciles es ganar a Nadal en tierra», aseguraba tras el partido. Tras apuntarse el primer set, después de un inicio con dudas y mucha precaución, Zverev aún afinó más sus golpes para convertirse en un rodillo implacable que machacaba a un Nadal que no se salvó del KO, ni con la épica habitual, ni el apoyo del público.
La final del 2018
El tenista alemán certificó su triunfo en 1 hora y 49 minutos y el pase a las semifinales donde, hoy (16.00 horas, Teledeporte), se enfrentará al austriaco Dominic Thiem que se impuso al estadounidense John Isner por 3-6, 6-3 y 6-4, que se marcha derrotado pero con un récord de 106 'aces'. Zverev se enfrentará a un Thiem, entrenado para las bombas de saque, al que ganó el título en la final del Mutua Madrid Open en 2018..
Objetivo Roma
La derrota es un golpe para Nadal que venía de ganar en Barcelona. «La tónica era ascendente después de Montecarlo [cayó en cuartos con Rublev], pero hoy la sensación es fea», reconocía.
El cinco veces campeón del torneo se marcha de Madrid con un objetivo claro para la próxima semana. «Ir a Roma y ganar. Esta es la realidad. Toca seguir trabajando y dar el nivel máximo para ganar estos partido», se consoló. Roland Garros aún queda lejos.
La otra semifinal del torneo masculino enfrentará al noruego Casper Ruud y el italiano Matteo Berretini que se han impuesto en los otros cuartos de final de la jornada, respectivamente, al kazajo Alexander Bublik por 7-5 y 6-1 y al chileño Cristian Garín por 5-7, 6-3 y 6-0.
Nueva campeona
En medio de las dos semifinales masculinas se disputará la final femenina (18.30 horas) que enfrentará a la australiana Ahsleihg Barty, actual número 1 mundial, ante la bielorrura Aryna Sabalenka. La vencedora sucederá en el palmarés del torneo a la holandesa Kiki Bertens, que fue la última campeona en 2019.