Si las estadísticas fueran siempre fidedignas al cien por cien, Maria Sharapova podría presentarse el sábado a la final ante Serena Williams solo para felicitarla por su sexto título en el Abierto de Australia y su 19º Grand Slam, camino de intentar alcanzar  los 22 de Steffi Graf.

La tenista rusa, que alcanzó su tercera final en Melbourne (2007 y 2013 fueron las anteriores), tras eliminar a su compatriota Ekaterina Makarova (6-3, 6-2), no ha ganado a Serena Williams desde hace 11 años, desde la final del Masters 2004, y acumula 15 derrotas consecutivas ante la número 1 mundial.

MURRAY, FINALISTA / Pero si hace un par de días el checo Tomas Berdych, que ayer cayó en las semifinales masculinas ante Andy Murray  -6-7 (6-8), 6-0, 6-3 y 7-5-, pudo acabar con una racha de 17 derrotas seguidas ante Nadal, también Sharapova puede cambiar el destino. «Será complicado y difícil, pero soy competidora y saldré a la pista a intentar cambiar ese pasado», afirmó Sharapova.

Las estadísticas también dicen que Serena Williams ha ganado el título en Australia siempre que ha estado en la final (2003, 2005, 2007, 2009 y 2010). En semifinales, tras ganar a su joven compatriota Madison Keys, de 19 años y 35ª mundial, por 7-6

(7-5) y 6-2, la número 1 mundial se mostraba encantada de enfrentarse a Sharapova: «No esperaba llegar a la final y estoy aquí. Ha sido un largo camino. Mi objetivo es ganar, pero no será fácil. Maria es una jugadora maravillosa y una gran competidora. Estoy segura de que el partido no tendrá nada que ver con los anteriores, ella no tiene nada que perder, y yo pienso lo mismo».