Paleontología

Revelan por accidente un mundo perdido de 280 millones de años de antigüedad en los Alpes italianos

Los investigadores identificaron restos fósiles de gran valor paleontológico, que se dejaron ver por la reducción de la capa glacial en los valles, como resultado del cambio climático antropogénico

La cabecera del Val d'Ambria y los picos que lo delimitan al sur están formados por rocas sedimentarias muy antiguas, que se remontan al Pérmico Inferior. / Crédito: Elio Della Ferrera / Museo de Historia Natural de Milán.

Pablo Javier Piacente

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Una mujer que caminaba por los Alpes italianos descubrió accidentalmente un fragmento de un ecosistema de 280 millones de años de antigüedad: se trata de un mundo perdido y desconocido absolutamente completo, que incluye huellas de animales prehistóricos, fósiles de plantas e incluso rastros de gotas de lluvia, según confirmaron los investigadores.

La disminución en la cobertura glacial debido al cambio climático, intensificado por la presión humana sobre la naturaleza, ha sacado a la luz fósiles que datan de hace 280 millones de años, entre los picos alpinos del parque Orobie Valtellinesi, en Italia. El hallazgo, concretado accidentalmente por una mujer que caminaba por la zona, fue abordado por científicos del Museo de Historia Natural de Milán: los investigadores lo califican como un verdadero “mundo perdido” del período Pérmico.

Un ecosistema fosilizado sobre losas de arenisca de granos finos, que ha conservado detalles únicos de su período histórico, casi como una “cápsula del tiempo”, se mantuvo escondido entre las cumbres alpinas italianas durante 280 millones de años: una excursionista descubrió el primer vestigio fósil mientras caminaba por un sendero montañoso en el municipio de Piateda, a 1700 metros sobre el nivel del mar.

Un hallazgo único

Ahora, los científicos han identificado increíbles destellos de vida y naturaleza prehistórica: huellas de dedos muy finos, rastros de largas colas flexibles, ondas de olas en las orillas de lagos antiguos e incluso gotas de lluvia cayendo sobre el barro, antes de convertirse en piedra incrustada en las paredes de los alpes. Según una presentación y una nota de prensa, los restos fueron recuperados recientemente a través de una compleja operación, que incluyó un helicóptero.

Las inspecciones realizadas por el investigador Elio Della Ferrera y su equipo científico permitieron fotografiar y mapean cientos de vestigios fósiles, que aún emergen en el lugar hasta casi los 3.000 metros sobre el nivel del mar, en las paredes verticales de los alpes y en las acumulaciones de deslizamientos de tierra que se encuentran debajo. Incluso en capas estratificadas de hasta unos pocos metros de tamaño aparecen huellas de tetrápodos (reptiles y anfibios) e invertebrados (insectos, artrópodos).

El cambio climático de ayer y de hoy

Todo este mundo perdido tuvo lugar en el Pérmico, el último período de la Era Paleozoica, que culminó con la mayor extinción masiva, provocada por un repentino aumento de la temperatura, que el planeta haya conocido hasta hoy. Esta era se extendió por más de 290 millones de años, desde hace unos 541 millones de años hasta hace aproximadamente 252 millones de años.

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Según informa The Guardian, el descubrimiento también es un efecto del cambio climático actual. Su carácter excepcional se debe a la altitud del hallazgo, ya que estas reliquias se identificaron a niveles muy altos y estaban perfectamente conservadas. Al tratarse de un área sometida a deslizamientos de tierra, también hubo movimientos de rocas que sacaron a la luz estos fósiles, en el marco de un descubrimiento paleontológico de gran relevancia.

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