Cuando faltaban solo unos días para ver cómo Tokio, uno de los personajes más icónicos de ‘La Casa de Papel’, continúa con determinación su asalto al Banco de España, Úrsula Corberó, la actriz catalana que le da vida, ‘asaltaba’ los quioscos protagonizando la portada del ‘September Issue’ de 'Vogue España', el número más importante del año. En la entrevista que hay en su interior habla de la serie que le ha dado fama internacional, de su personaje y del salto que ha dado a Hollywood. Porque el concepto de ese número, común en 27 países, es el de ‘Nuevos Comienzos’, y Corberó es la representación española de empezar algo nuevo: una carrera en la capital mundial del cine. Aunque hace tiempo que su fama no tiene fronteras.  

Acompañada de unas espectaculares fotos, realizadas por Txema Yeste, durante uno de esos bellos atardeceres ibicencos, en las que exhibe su exótica belleza, la actriz, a la que la Penélope Cruz de 'Jamón jamón’ le confirmó su vocación, cuenta cómo empezó a rechazar papeles de pija, porque tenía que salir de su zona de confort. El papel de la dura y aparentemente poco empática atracadora Tokio era uno de ellos. Y no solo la arrancó de su comodidad, sino que la catapultó a la fama mundial cuando, tras su paso por Antena 3, Netflix incluyó ‘La Casa de Papel’ en su catálogo, hace de ello cuatro años.

Sorprendida por el fenómeno

La primera vez que tomó conciencia del fenómeno fue en unas vaciones que pasó en casa de los padres de su novio, Chino, el célebre actor argentino Ricardo Darín y su mujer, en Uruguay. Allí, en una fiesta de fin de año en una “discoteca gigante” se mostró sorprendida de que se le acercaban para decirle: “Tokio, eres una diosa”. “Yo le dije a Chino: ‘¡Qué casualidad que los cuatro gatos que han visto 'La Casa de Papel' estén en este fiesta!’”. Pero al día siguiente se dio cuenta de que aquello no era algo anecdótico: al despertase se encontró con el que el número de seguidores en redes se había duplicado. Tenía que compartirlo: “Así que recuperé el chat de grupo con los compañeros y empezamos a hablar de lo que estaba pasando", rememora.

La actriz de la también mítica serie ‘Física o Química' cuenta, asimismo, en la entrevista cómo luchó por modelar la apariencia estética de Tokio a su gusto: una media melena con flequillo de aire oriental, que por lo demás iba en perfecta consonancia con el apodo de la atracadora. "Luché mucho para que me aceptaran el pelo que ahora creo que es icónico, y también por cambiarlo en la tercera temporada», dice con satisfacción en la entrevista de ‘Vogue’.Y de ahí salió ese peinado más corto y desfilado que le endurece más aún los rasgos. “Necesitaba acentuar mis facciones para ser lo más peligrosa posible, porque quería borrarle a la audiencia esa imagen dulcificada que tenía de mí".

Y si ella con su físico ha dotado de una mayor personalidad al personaje, aunque ya venía muy marcada por el guion, Tokio también ha influido en la suya de una manera sorprendente. «Me ha ayudado a descubrir mi fuerza interior", confiesa en la entrevista. Porque a veces se sentía vulnerable, incapaz de defenderse por sí sola. Así que Corberó lleva cinco años prestándole su piel a la atracadora y Tokio contagiándole su fuerza. “A través de ella he entendido que no está en los brazos, sino en las vísceras, en los ojos, en la mirada, en cómo se dicen las cosas..", asegura. 

Una característica que también tiene la baronesa que interpreta en la película ‘Snake Eyes, el origen’, que supone su salto a Hollywood. “La baronesa es un personaje secundario, por lo que no tengo todo el peso de la película y puedo estar un poco entre bambalinas y ver cómo funcionan las cosas. Ahora bien, cuando aparece tiene mucha fuerza, es el pilar de la escena", afirma.

Y mientras se estrena en Netlfix la primera parte de la quinta temporada de ‘La Casa de Papel’ (será el próximo 3 de septiembre) y ‘Snake Eyes, el origen’ en las salas de cine, se ilusiona como una niña, como si aún se sorprendiera de lo que le está pasando, con la portada que ‘Vogue’ le ha dedicado. Y así lo ha gritado en Instagram: “Gracias a la vida por permitirme hacer lo que amo y seguir cumpliendo mis sueños". Como para no estar agradecida.