Creo que les ha faltado audacia. Atrevimiento. La Sexta ha estrenado en horario de 'prime time' el concurso 'Divididos' y creíamos en casa que sería colosal porque con este título, y en este cadena, imaginábamos que los que iban a concursar serían políticos. ¡Ah! Habría sido fantástico. Sobre todo la parte final, cuando tienen que repartirse las ganancias y tienen que pactar lo que se lleva cada uno. En el caso de que hubieran sido políticos la cantidad acumulada podrían haber sido votos en lugar de dinero. Y como que la mecánica del concurso exige que lleguen a un acuerdo en 10 o 15 segundos, y si no lo pierden todo, habríamos asistido a escenas interesantísimas. Poner de concursantes, pongo por caso, a Inés Arrimadas, Cayetana Álvarez de Toledo, José Luís Ábalos y Javier Ortega Smith, todos juntitos, obligados a pactar, a repartirse los votos que entre todos han conseguido (60% para uno, 30% para otro, 10% para el último), sería interesantísimo. Y un aliciente añadido la mar de colosal: si en 15 segundos no llegan a un acuerdo, ¡todos a la calle, todos expulsados de la política sin llevarse nada en absoluto! ¡Ahhh! Qué concurso les habría salido. Qué excelente espectáculo nos hemos perdido. La Sexta se ha labrado una personalidad indiscutible: es la cadena que dedica mayor atención a la política. Toda su programación transpira política. No sé por qué han renunciado a lo que es su propio carácter, su propio espíritu, como cadena televisiva.