Ha tenido un gran disgusto el Gran Wyoming (El intermedio, La Sexta) por las ultimas declaraciones de Felipe González, en las que advertía, en clara alusión a Adriana Lastra, diputada y portavoz del grupo socialista en el Congreso: «Si alguien me manda callar diciendo que es socialista, no es socialista». ¡Ah! Wyoming estaba alarmado y a la vez intrigadísimo. Se preguntaba «¿Y cómo puede saber Felipe quién es y quién no es socialista?». Y la respuesta encontró sacando de un cajón de su mesa un prodigioso artilugio. Era un sofisticado ingenio electrónico capaz de detectar a personas socialistas. Nos contó que el método es muy sencillo: pasas el detector por la foto de la persona que se va a testar, «y si pita es que estamos ante una auténtica persona de izquierdas». Y lo pasó por la foto de Felipe Gonzalez, y el detector no pitó, no emitió ningún sonido. O sea que según Wyoming el que no es socialista, ni siquiera de izquierdas, es Felipe. ¡Ahh! Es curiosísimoo este sketch. No sé si en El intermedio han advertido que lo que han hecho es transformarse en lo mismo que critican: se han convertido en cazadores de disidentes. Según ellos los críticos del Gobierno, aunque sean del PSOE, ni siquiera son de izquierdas. Qué maravilla de humorismo. Años atrás, cuando a Felipe –dijese lo que dijese– ningún acreditado progresista le tosía, ese sketch no hubiera existido. Ninguno de los intitulados progres se hubiese atrevido. Ahora, con las divergencias dentro del PSOE entre la vieja guardia y los nuevos gladiadores que mandan en el Gobierno y en el  partido, el glorioso humorismo se adecúa. Se arrima al calorcillo de los que ahora mueven los hilos. ¡Ah! El sarcasmo contra disidentes y a favor del poder constituido, es comodísimo.