Ante el anuncio de una probable e inminente fusión de Caixabank y Bankia, TV-3 no se ha limitado a dar la noticia: se ha posicionado a la contra. O sea que han sonado los teléfonos y les han dado las consignas correspondientes. El viernes, en el apostólico convento Tot es mou, lo primero, antes que nada,  que pusieron sobre esta fusión fue un corte del vicepresident Pere Aragonés diciendo: «La concentración bancaria en pocas manos puede traer problemas de menos competencia y más dificultades en la financiación», seguidas inmediatamente de otras del nuevo conseller d’Empresa Ramon Tremosa, más apocalíptico aún, en que decía: «¡Esta fusión es un riesgo! ¿Qué comisiones cobrarán a los clientes si no hay competencia? ¿Qué margen aplicarán sobre el dinero que cogen gratis del BCE?». Horas antes el programa Més 324 ya le había dado pista a Tremosa. Lanzó sobre Caixabank esta perdigonada directa: «¡La Caixa se marchó de Catalunya de forma poco edificante!».