TÚ Y YO SOMOS TRES

A los 70 años, esperando el tren de la vida

Marianico El Corto, en TV-3.

Estos días se está poniendo de moda en la tele hablar de los agujeros negros. Acreditados astrofísicos advierten de que aún en la inmensa negrura  se detectan de vez en cuando chispazos de luz. ¡Ah! Si la tele, en un alto porcentaje de sus emisiones, es un agujero oscuro, permítanme que hoy les hable de un punto de luz. Me refiero a la serie L’últim show que nos está ofreciendo TV-3. Es un trabajo que les recomiendo. TV-3 lo pone  a las cuatro y pico de la tarde, encajonada entre las Cuines y el apostolado político del Tot es mou. Más que emitirla, parece que se la quitan de encima. Se merece un horario mejor. Son ocho capítulos protagonizados por el humorista Marianico El Corto. Y no es una serie de humor.  Es un retrato de lo que le ocurre a este cómico, a sus 71 años de edad, que ya no quiere ser Marianico, sino Miguel Ángel Tirado, que es su nombre de verdad. Ya no quiere volver a salir disfrazado de agropecuario y rupestre aldeano del Aragón profundo. Ya no quiere disfrazarse con la faja, el chaleco, los pantalones de pana, el bastón, la boina... Ya no quiere volver a salir a escena a contar los chistes que ha ido repitiendo toda su vida. «Marianico ha muerto. Esto se acabó» le dice a Xosé, su mánager y amigo. «Quiero hacer una película.  Una cosa seria. Surrealismo puro. ¡Un homenaje a Buñuel!». Y Xosé intenta que siga siendo Marianico, y hasta consigue meterle en un show tipo Sálvame o Deluxe, y allí se inventan que es bisexual, porque –le dicen– alguien que se declara bisexual a los 70 años  ¡atrae mucha audiencia! ¡Ahh! La fragilidad de Marianico es absoluta. Pero quiere acabar con ese mundo al que le empujan.