TÚ Y YO SOMOS TRES

Entrevista con condena previa

Marc Sala entrevistó a Arnaldo Otegi (TVE). / periodico

Normalmente, una entrevista se juzga, con benevolencia o acritud, con complacencia o con ira, una vez se ha producido. Mal asunto cuando alguien pretende analizar, opinar, antes de que el suceso ocurra. Esto es lo que ha pasado con la entrevista que el Canal 24 horas de TVE le ha practicado a Arnaldo Otegi, coordinador general de Euskal Herria Bildu. Fue la noche de este miércoles día 26. En directo. A las 22.00 horas. En dúplex. Pero mucho antes de que se produjese la entrevista corrian ríos de opiniones, comentarios, notas de prensa, tweets, descalificando lo que todavía no había ocurrido. Condenando la entrevista aún no sucedida.

¡Ah! No es un tema nuevo. Hay quien cree que el periodismo debe estar al servicio de prohibiciones, vetos y censuras. Es un error mayúsculo. No es el cometido de esta columna analizar las discutibles ideas políticas que desgranó el entrevistado. Eso lo dejo para los analistas políticos. No es mi función señalar –como ya han señalado muchos– la forma de escabullirse de Arnaldo Otegi ante preguntas directas, y que él prefirió responderlas, diluirlas, en discursos. En lo que sí debo entrar es en el trabajo del entrevistador, Marc Sala, y cómo llevó la entrevista. Lo hizo con una seriedad absoluta. Hasta cuatro veces le insistió en que fuese claro en sus respuestas. «Señor Otegi, ¿usted condena a ETA por las víctimas causadas? . ¡Ah! No ha sido una entrevista felpudo. Ni un masaje. Ni un baño de jabon con burbujas. No trato de defender, por justicia, al periodista solamente. Trato de defender esa rareza llamada periodismo.

Hablando de esto con Julia Otero en Onda Cero, le he dicho: caso de que Bin Laden estuviese vivo,Bin Laden ¿le harías una entrevista? Contestó: «Claro que sí. Todo el mundo tiene una entrevista. Lo importante es cómo se le entrevista». Periodismo, decíamos. Me faltó añadir: y ahora saldrá algún malabarista del falso periodismo y dirá en un titular: «Monegal compara Otegi con Bin Laden». No los he comparado. No son comparables. Otegui nunca ha sido encausado, ni condenado, por ningún delito de sangre.