A MÁS FÚTBOL, MÁS PÚBLICO

Maná para los bares

Aficionados al fútbol viendo un partido la temporada pasada.  / Joan Puig

Cuando es noche de partido, los bares se preparan para afrontar una velada llena de griterío y bebida. En La Pròrroga Bar comprueban el funcionamiento de unos surtidores que acabarán rodeados de forofos del fútbol con ansias de cerveza. En Belushi’s Barcelona, con su posición estratégica cerca de plaza Catalunya y siendo foco de atracción para turistas futboleros, las citas más importantes implican tener el local lleno y contratar a dos guardias de seguridad adicionales para que controlen la entrada.

Con la noticia de que esta temporada habrá que pagar para ver todos los partidos de la Champions League y los grandes de la Liga Santander, los bares se frotan las manos ante la expectativa de acoger a los aficionados que no quieran gastarse más de la cuenta en una tarifa para ver los encuentros más destacados desde el sofá. "Si empiezan a venir más personas debido a eso, tendremos que plantearnos la idea de contratar más seguridad", comenta entre risas Alex De Luca, quien dirige Belushi’s Barcelona junto a Chris Gnandi. 

En La Pròrroga Bar, un local situado en Gràcia, no solo son amantes del fútbol, basta con echar un vistazo a las paredes para darse cuenta de que su pasión se extiende a deportes muy diversos: tienen un pequeño rocódromo en una de las paredes; en otra, un mono de fórmula 1; el esqueleto de una canoa cuelga sobre la barra, y el techo está enteramente cubierto con césped artificial. "Me sabe mal por la gente que acostumbra a verlo en casa pero les animo a disfrutarlo en un bar, es una experiencia distinta", comenta Eneko Garayeta, el propietario.

Un momento que siempre recordará es el que él llama "la noche mágica". "Fue el tres a uno del Barça contra el París Saint-Germain. Había un montón de gente y fue increíble ver cómo al acabar el partido algunos clientes, mayores y jóvenes, estaban tan emocionados que empezaron a abrazarse y se les saltaban las lágrimas. Había un ambiente especial aquella noche", rememora.

Coros y griterío

Y es que cuando toca partido suceden cosas curiosas, como pasó en Belushi’s Barcelona durante el encuentro entre México y Corea del Sur en la Copa del Mundo. "Me llevé una sorpresa al ver que los coreanos estaban igual de metidos en el partido que los mexicanos. Hubo un momento en que ambas aficiones saltaban y coreaban sus propias canciones. Al final del partido muchos mexicanos se acercaron a felicitar a los coreanos y les invitaron a chupitos”, explica  De Luca.

Desde el Bar Electricitat, uno de aquellos establecimientos de toda la vida situado en la Barceloneta, se acaban de enterar de la buena noticia. "No sé si notaremos el cambio porque cuando hay partido ya viene muchísima gente. Recuerdo una vez que jugó el Barça contra un equipo italiano y no era un partido demasiado importante pero se llenó como si fuese la final de la Champions. Cuando celebraron un gol gritaron como si les fuera la vida en ello. Pensé que se me hundía el bar”, comenta la risueña encargada, Saray Gómez.

Así que no se acaba el mundo porque ahora los partidos sean casi todos de pago, y poco quede en abierto. Si es de aquellas personas que acostumbra a ver los encuentros en casa, tal vez quiera darle una oportunidad a la experiencia de vivirlo en un bar. Es cierto, estará rodeado de completos desconocidos pero les unirá el mismo entusiasmo y, quién sabe, tal vez vivan una 'noche mágica' como la que sucedió en La Pròrroga Bar.