El programa 'Salvados' (La Sexta, 21.30) se traslada el domingo, día 21, al sudeste asiático para intentar averiguar todo lo que se esconde detrás de una camiseta de cinco euros. Jordi Évole tratará de contestar a cuestiones como qué manos fabrican esa ropa, en qué condiciones y con qué régimen laboral lo hacen. El resultado de sus pesquisas no puede ser más aterrador, ya que una de las obreras entrevistadas llega a decir que les tratan "como animales, como un perro o un gato». Y todo para cobrar un raquítico salario cuya cuantía queda reflejada en el escalofriante testimonio de una de sus compañeras: «Cinco jerseis valen como mi sueldo».

En el programa, titulado 'Fashion victims' (víctimas de la moda), se explica lo que es la 'moda rápida', un nuevo modelo de consumo de ropa que se va imponiendo a base de 'democratizar' el negocio textil. Este sistema se basa en el lanzamiento de muchas colecciones de ropa al año y a un precio muy asequible, con el objetivo de que las pueda comprar todo el mundo y de forma más frecuente. El problema llega cuando se profundiza en el submundo que sostiene este tinglado y se destapan sus consecuencias negativas: deslocalización, condiciones laborales esclavizantes, impacto en el medio ambiente...

El programa de Évole viaja a Camboya, un país con un salario mínimo de 140 $ que servirá de conejillo de Indias para ver cómo funciona ese nuevo modelo: la marca occidental contrata a un proveedor que es auditado para evitar irregularidades, pero ese empresario puede subcontratar otros talleres que escapan al control. Dos trabajadores camboyanos desvelarán las difíciles condiciones bajo las que trabajan, mientras que un español que regenta una fábrica legal explicará cómo las grandes marcas no quieren que los fabricantes confiesen para quién trabajan.

VÍCTIMAS DE ZARA

Ya en España, Evole hablará con Pilar y María, dos mujeres que abrieron talleres en Galicia coincidiendo con el 'boom' de Zara. Durante 15 años tuvieron como cliente al gigante de la moda, pero las presiones fueron en aumento para producir más barato. Después de bajar los salarios y ajustar los precios, no fueron capaces de cumplir las exigencias y terminaron cerrando el negocio. Como resultado, la producción emigró a países con menores costes de mano de obra.

También charlará con María Almazán, extrabajadora de una gran marca que se dedica ahora a recuperar talleres y obreros gallegos y a ponerlos en contacto con las marcas interesadas en producción sostenible. Su reflexión es que mientras los consumidores no se comprometan con un consumo de ropa más moderado y más responsable, el modelo no va a cambiar.