Cada tanto, el trío Medeski Martin & Wood, MMW para su pequeña pero fiel legión de devotos, se reencuentra con el guitarrista John Scofield, que desde los años setenta arrastra su propio culto. Y cada vez seguidores de uno y otro coinciden: deberían verse más a menudo. El martes, dentro del Voll-Damm Festival de Jazz de Barcelona, con la platea del Barts convenientemente despejada de sillas y un ambiente más de concierto de rock que de sesión de jazz, otra vez hubo química entre los cuatro.

La base de su entente son ritmos pegadizos y motivos melódicos sencillos emparentados con el rock and roll y el funk, el intríngulis está en cómo cocinarlos. En cada pieza removieron la mezcla de forma distinta: a veces el ritmo arrancaba desde la pandereta de Billy Martin, otras del riff al unísono del órgano de Medeski y el bajo de Martin, pero siempre hervía poco a poco, haciéndose más espeso a cada vuelta.

Scofield disfrutaba jugando para el equipo, al groove de MMW le sentaba de maravilla el fraseo del guitarrista y el público agradeció reconocer a The Doors y a Dylan en una sencilla pero sentida versión que puso el punto y final a un reencuentro feliz.