El diputado de CiU en el Parlament Albert Batalla denunció este viernes en la comisión de control a la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA) la existencia de una «operación de asfixia planificada» por el Gobierno para «silenciar TV-3 y Catalunya Ràdio». Batalla citó como ejemplos el cambio de criterio introducido por el Ministerio de Hacienda del PP para la deducción del IVA y la obligación de cerrar uno de los dos multiplex que gestiona la CCMA, impuesta por el Ministerio de Industria.

La reforma del IVA conllevaría abonar 80,5 millones de euros a Hacienda, ya que antes la Corporació deducía de sus ingresos el 100% de ese impuesto. Con el cambio se deduce el IVA de la publicidad, pero no el de las aportaciones de las administraciones públicas. «La respuesta es clara: no quieren que TV-3 sea una televisión de país, una televisión nacional, sino que la quieren convertir en una televisión de barrio», lamentó Batalla.

No obstante, reconoció que las dificultades financieras de TV-3 y Catalunya Ràdio también se deben a una «gestión laxa y poco responsable de los recursos de hace unos años» y a «una bajada de los ingresos a nivel presupuestario y de publicidad». Pese a ello, advirtió, «TV-3 ha sido líder durante 40 de los últimos 45 meses».