Cansado de esperar el dinero del Gobierno que no llega, el presidente de RTVE, Leopoldo González-Echenique, arrojará hoy la toalla que sostenía a duras penas en los últimos meses y presentará su dimisión. La negativa del Ejecutivo de Mariano Rajoy a inyectar 130 millones de euros para salvar la angustiosa situación económica de la tele estatal ha llevado a Echenique a tomar la decisión de abandonar el barco, cuando lleva poco más de dos años en el cargo. Si no lo remedia una intervención in extremis del Gobierno, el presidente hará efectiva hoy, en la reunión del consejo, su renuncia a un puesto para el que vuelve a sonar Ernesto Sáenz de Buruaga.
Echenique aplazó hasta hoy el cónclave del consejo de administración de RTVE que se iba a celebrar el pasado lunes. Quería ganar tiempo para ver si al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se le ablandaba el corazón y accedía por fin a soltar los 130 millones de euros que necesita la corporación para equilibrar las cuentas del 2013. Pero ni las presiones de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, máxima valedora de Echenique para ocupar el cargo, han podido vencer la resistencia de Montoro.
DESCONFIANZA / El ministro recela del plan de ajuste que iba a estudiar hoy el consejo porque lo considera insuficiente. Y Echenique ya dio a entender en su comparecencia parlamentaria del pasado martes que, después de reducir el gasto el 25% durante su mandato, ya no le quedan más agujeros en el cinturón y lo que necesita ahora son más ingresos.
El presidente de la corporación es consciente de que, sin dinero, no se podrá frenar la vertiginosa sangría de audiencia que sufre la televisión estatal, tan solo comparable a la pérdida de prestigio y credibilidad de sus informativos. Las incesantes críticas que reciben estos por manipulación y progubernamentalismo han acabado socavando el crédito del jefe de informativos, Julio Somoano. En cuanto a la fuerte caída de audiencia, que ha situado a la tele estatal como tercera cadena, al descender su cuota media por debajo del 10%, se ha llevado por delante al director de TVE, Ignacio Corrales, que presentó en junio su dimisión.
Pero a su sustituto, José Ramón Díez, no le va a dar tiempo de disfrutar del cargo si se confirma la dimisión de Echenique y el nombramiento de Ernesto Sáenz de Buruaga, que volvería a la tele estatal después de haber dirigido los informativos de TVE entre 1996 y 1998, con el primer Gobierno de José María Aznar. Su nombre ha estado siempre en las quinielas desde que Echenique empezara a estar en la cuerda floja.