La televisión estatal se fijó en Marta Solano para presentar la nueva etapa de 'España directo'. Según sus valedores, lo han hecho por la naturalidad y espontaneidad que ha transmitido ante las cámaras en los deportes de los informativos y en programas como 'Estudio estadio' y 'Desafío Champions'. Y también porque «la gente la quiere».
--¿Usted, que viene de Deportes, había pensado alguna vez en presentar un programa así?
--Cuando era estudiante y pensaba en ser periodista, soñaba con trabajar en 'Informe semanal', ser corresponsal, presentar un telediario y ser reportera de 'España directo'. Para mí ha sido una sorpresa, aunque no es tan diferente a lo que hacía, porque los deportes son también en directo. Me siento periodista y comunicadora, y en este programa voy a tener más libertad para pasármelo muy bien.
--Perola información deportiva es muy diferente a la general...
--Sí, pero al final somos periodistas y somos capaces de hablar de todo. Tampoco 'España directo' trata una información muy dura, sino que es social y en un tono sencillo y coloquial. Y no estoy tan encorsetada como en un informativo.
--Mercedes Milá y Olga Viza empezaron en deportes y acabaron haciendo un reality y entrevistando al presidente del Gobierno. ¿Se ve presentando 'Gran hermano'?
--No. Yo respeto a todo el mundo, pero me veo trabajando siempre con información. Ha habido otros proyectos que se han cruzado y que iban por otro camino. Pero he dicho «no» porque tengo muy claro por donde quiero orientar mi carrera.
--¿Lo de hacer deportes fue voluntario o fruto de un accidente?
--Entré un poco por casualidad. Cuando empiezas en esto, te suelen meter en secciones donde te pueden dar un poco más de cancha. Yo llegué a TVE y empecé en Nacional, pero no me daban oportunidades porque son temas muy delicados. A los seis meses pedí el cambio y me dijeron que había un hueco en deportes. ¡En poco tiempo, abrí el telediario con un directo de la selección, me fui al Sáhara con Carlos Sainz y estuve en los Príncipes de Asturias con Fernando Alonso!
--¿Qué le está costando más de su nuevo trabajo?
--Tener que hablar un poco más despacio, porque en los deportes y en los telediarios le metemos mucho ritmo y vamos muy rápido. En esta franja de tarde el público es más mayor y necesita que le den los mensajes más pausados y con mayor insistencia. Y yo tengo el problema de que soy una persona muy impulsiva. Otro inconveniente es que me pierdo por los pasillos, porque me he mudado de Torrespaña a Prado del Rey: he cambiado de compañeros, de jefes, de redacción, de sistemas informáticos, claves de ordenador, platós...