tú y yo somos tres

«Líderes, ¡con dos pares de tetas!»

Iratxe, en plena faena como chica de ’call TV’ (La Sexta).

Último capítulo de la aristocracia poligonera (Princesas de barrio, La Sexta). O sea, última actuación de unas muchachas que no sabemos si han sido pescadas en la acera del suburbio o reclutadas en el grupo de teatro aficionado de la parroquia de San Genaro del Cuéntame... Detengámonos en la estrella de este elenco de supuestas chonis, la pimpante Iratxe. Ha encontrado, finalmente, trabajo en la tele. ¡Ah! Era su gran ilusión. Pero no le han dado el rol de meteoróloga, sino de chica de call

TV, es decir, presentadora del programa de madrugada Siempre ganas, si llamas. Decía ella, muy entusiasmada: «Con estos dos pares de tetas y el salero que me ha dado mi madre, ¡aquí os hago yo líderes de audiencia!». Efectivamente. Toda señora que se presente ante las cámaras enarbolando cuatro tetas en lugar de dos tiene la audiencia asegurada de por vida, además de un sitio de honor en la Real Academia de Cirujanos Plásticos Surrealistas y Heterodoxos. La sesión de call TV que ha protagonizado Iratxe ha sido muy buena. Se nota que esta joven ha entendido el arte de este tipo de martingalas telefónico-recaudatorias. Mostrando a la audiencia la cantidad de 12.000 euros, advertía: «Ojo, que una trabajadora del Berska tiene que doblar muchas camisetas para ganar 12.000 mil euros». ¡Ah! Es una morcilla muy teatral y convincente. Comparando la humilde soldada de una sencilla trabajadora, con la abultada cantidad en juego, la audiencia se entusiasma, se traga el anzuelo y te pones a llamar desde casa como un loco. No sabemos en qué canal ejecuta Iratxe su oficio de captadora de incautos. Pero en vista de lo muy teatrales y postizas que han resultado ser este grupo de princesas, cabe suponer que todo es una pamema. Bien mirado, tranquiliza pensar que, al menos en este caso, la tramposa call TV es de comedia.

EL BIGOTE DEL DOCTOR -. Cumplió su promesa. El doctor Luis Gutiérrez (Las mañanas de la 1, TVE-1) había advertido el viernes que si el Atleti perdía contra el Madrid, se afeitaba el bigote. Y efectivamente, ayer por la mañana se presentó rasurado totalmente. Le reprochó Mariló Montero, no obstante, haber llegado afeitado de casa, en lugar de hacerlo en directo en el plató, que hubiera sido lo bueno. Tiene razón Mariló. Estos golpes deben ejecutarse en la tele para que queden vistosos. Cabe sin embargo señalar el mérito del pintoresco doctor: esa mata de pelo le acompañaba desde que era pequeño.